En relación a la noticia aparecida hoy en La Tercera (
El nuevo trato que Bachelet propone a los inmigrantes), donde se anuncia que esta semana se presentará el proyecto de Ley de Migraciones, me gustaría compartir algunas reflexiones sobre la noticia a esperas de conocer finalmente el proyecto.
En primer lugar aclarar que si bien la noticia no responde todas las dudas planteadas por diferentes organizaciones, especialmente la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, a la cual pertenezco, si supone avances en cuanto a la legislación actual.
Reconocimiento de la nacionalidad independiente de la situación administrativa de los padres.
Un hecho que supone un gran avance si se materializa y pondría fin a la vergonzosa situación de niños y niñas apátridas en el país.
Poder recurrir una expulsión.
Una situación bien obvia, pero en esas estamos.
Cometer un delito no será motivo de expulsión.
Más que un avance significa una apuesta valiente sabiendo que va a ser el principal caballo de batalla de la derecha. El haber cometido un delito individual no puede ser motivo de castigo colectivo para el núcleo familiar como así sería la expulsión.
Fin a las expulsiones por motivos políticos
Se ha comentado mil veces, el decreto ley del '75 y demás legislación chilena están fundamentados en la línea de ver al extranjero y al nacional en el exterior como un agente subversivo. Este hecho supone una violación de los elementos más básicos en cuanto a derechos civiles y políticos, y si bien seguimos con una gran deficiencia en ese aspecto (no poder formar parte de un partido político, imposibilidad de ser cargo electo, no poder formar parte de una directiva en una organización de la sociedad civil, etc.) supone un gran avance poner fin a las expulsiones por motivos políticos. Recordar el caso del compañero
Ibán Gartzía, expulsado por ser vasco.
Eliminar la discrecionalidad a la hora del ingreso.
Si bien debemos esperar a conocer a fondo el proyecto de ley, en los últimos tiempos han existido casos realmente preocupantes en cuanto a la arbitrariedad a la hora del ingreso al país, especialmente sonados los incidentes con personalidades públicas. Ver
Caso Piedad Córdoba o
Caso Piperrak.
Soberanía del Estado frente a la soberanía de las empresas.
La persona que llega al país debe estar atada al Estado a través de derechos y deberes y no a la empresa con la que mantiene vinculo laboral, ni para su ingreso ni para su estadía, como así lo marcaba la propuesta de Piñera.
Dicho esto, si bien algunas cosas son positivas y pueden suponer una propuesta de avanzada en materia migratoria, será necesario analizar algunas dudas que establece la propuesta de octubre de 2015 y que la Coordinadora Nacional de Inmigrantes ha planteado.
Ver aquí
Para finalizar añadir que si bien la nueva ley de migraciones debe ser una prioridad en cuanto a la forma de afrontar los retos que supone la migración, el debate debe abrirse mucho más. Quedarnos encerrados en la ley supone no abordar otros aspectos como son los miles de compañeros y compañeras que se encuentran en situación irregular, el racismo institucional asentado en la propia constitución o el aumento del discurso xenófobo, cuando no abiertamente racista, alentado por determinados grupos políticos. Si queremos avanzar, y como dijimos en la Marcha por la Reforma Migratoria del domingo 15 de enero;
"No basta con una ley"
